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RELIEVES SUBMARINOS

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RELIEVES SUBMARINOS

Los relieves submarinos ofrecen un paisaje tan variado como los continentales: hay llanuras, montañas, cañones...

Una parte de los continentes está sumergida bajo el mar. Esta zona es la plataforma continental, y en ella el mar tiene menos de 200 metros de profundidad. La luz solar traspasa e ilumina sus aguas, y por eso aquí se encuentran los caladeros más importantes del planeta. La plataforma continental puede alcanzar unos 200 kilómetros de anchura, y es más extensa en el océano Atlántico que en el Pacífico. Alrededor de Chile es prácticamente inexistente: el mar desciende bruscamente desde la costa.

Mar adentro, desde el borde de la plataforma continental, hay una zona con una gran pendiente: es el talud continental. El talud tiene unos 45 km de anchura y desciende bruscamente hasta los 2 km de profundidad. En ocasiones se forman en esta zona cañones submarinos por los que discurren corrientes de lodo procedentes de la costa.

Al final del talud continental están los fondos oceánicos, unas veces llanos, otras abruptos.

EL MISTERIOSO FONDO MARINO

¿Sabes que las formas del relieve más extraordinarias de la Tierra se encuentran bajo el mar? Algunas profundidades alcanzan los 11 kilómetros, y el Everest solo tiene algo más de 8 kilómetros de altitud...

El fondo del océano tiene relieves planos donde acaba el talud continental: son las llanuras abisales, que están a una profundidad de 2 a 5 kilómetros, y alcanzan cientos de kilómetros de anchura. A veces, están salpicadas de curiosas montañas, aisladas y de origen volcánico, llamadas guyots o pitones.

Por el centro de las llanuras abisales se extienden las cordilleras submarinas, también llamadas dorsales oceánicas. Sus montañas más altas alcanzan la superficie del mar y forman islas (Islandia, Hawai, Azores...). En el fondo del Atlántico, la dorsal oceánica supera los 15.000 km de longitud. Las dorsales son zonas muy activas, donde se producen terremotos y erupciones volcánicas, y están relacionadas con la tectónica de placas.

En el fondo del mar se abren surcos estrechos, largos y muy profundos. Son las fosas oceánicas o abisales. Estas fosas están situadas normalmente frente a las cordilleras de los continentes. La más profunda es la fosa Challenger (islas Marianas, océano Pacífico), con más de 11 km de profundidad. Cerca de Puerto Rico está la mayor fosa del océano Atlántico: tiene más de 9.200 m de fondo y unos 1.500 km de longitud. La fosa Atacama, con 7.600 m de profundidad, discurre paralela a las costas de Perú y de Chile, muy cerca del continente.

EXPLORANDO LAS PROFUNDIDADES DEL OCÉANO


En 1985, un submarino especial (Argo) descubrió los restos del trasatlántico Titanic, hundido en el océano Atlántico desde 1912. Llevaba un robot teledirigido que se introdujo entre los restos del barco.

A medida que un submarino desciende hacia el fondo del mar, hay más agua situada sobre él. Deberá soportar, por tanto, más peso. Por eso, para estudiar el fondo del mar se construyeron unos submarinos especiales, llamados batiscafos. Estos aparatos pueden descender hasta las profundas fosas abisales (más de 10 km) y así estudiar el fondo del mar con detalle. En 1960 Jacques Piccard y Donald Walsh descendieron en el batiscafo Trieste hasta el punto más profundo de la fosa de las Marianas...

Antes de utilizar los batiscafos, se empleaba un aparato llamado sónar, que se colocaba en un barco y detectaba las formas del relieve mediante ondas acústicas. Este aparato medía la profundidad del océano. Gracias a él se dibujaron los primeros mapas del fondo del mar, identificando llanuras y montañas submarinas.

En 2003 se usó un batiscafo para tapar las grietas del petrolero Prestige, hundido frente a las costas de España. Por estas grietas salía fuel que luego subía hasta la superficie y contaminaba el agua y las playas españolas.

LA COSTA

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LA COSTA

Llamamos costa al borde del mar y a la zona de tierra que está en contacto con el mar. Es lo mismo decir costa que litoral. Las olas del mar, así como las subidas y las bajadas de las mareas determinan la forma de la costa: golpean las rocas y las fragmentan. De esta forma se han modelado y se modelan las formas costeras del relieve.

Hay costas altas y costas bajas:

Costas altas o abruptas. Las aguas marinas erosionan la costa y forman los acantilados. Los acantilados son terrenos rocosos cortados de forma vertical. ¿Sabes qué ocurre cuando el agua del mar golpea un acantilado? Al principio, el golpeteo continuo del agua excava una cueva en el acantilado; como la erosión continúa, la cueva se convierte en un arco; al final, se desprende la parte superior del arco y quedan altas rocas, aisladas y sobresalientes, llamadas farallones, que pueden elevarse hasta ¡140 m!
Costas bajas o llanas. Los ríos y las lluvias arrastran restos que se sedimentan en el mar. Una playa es la orilla llana del mar donde se acumulan la arena o las piedras pequeñas. En paralelo a la línea de costa también se depositan arenas y gravas, formando una barrera denominada restinga o cordón litoral; si se amontonan en perpendicular a la costa, se llaman flechas litorales, y si ocupan casi toda una bahía, son barras arenosas. Los tómbolos son flechas litorales que unen una isla con el continente o dos islas entre sí.

¿Has oído hablar de la Manga, en Murcia (España)? Es una restinga que separa el mar Menor del Mediterráneo.

ENTRANTES DE MAR EN LA COSTA


Las costas tienen diferentes formas y trazados. No hay dos costas iguales en todo el planeta Tierra.

Los golfos son grandes entrantes del mar en la tierra. Cuando su extensión y profundidad son menores, reciben el nombre de bahías. Las ensenadas y las calas son aún más pequeñas que las bahías. Las bocanas son pasos estrechos de mar que sirven de entrada a un fondeadero, lugar donde atracan y echan sus anclas los barcos. El golfo de México es un enorme entrante del océano Atlántico que baña las costas de México, Estados Unidos y Cuba.

En la zona donde desemboca un río también se forman entrantes de mar en la tierra, si la fuerza del agua marina es grande y muy erosiva. Se les llama estuarios, y su forma es como la de un embudo. En un estuario se mezclan el agua salada del mar y el agua dulce del río. Hay un estuario en Lisboa (Portugal), en la desembocadura del río Tajo.

En el norte de España, la forma de los estuarios es más alargada, y se conocen como rías, aunque realmente son valles fluviales hundidos. Si el valle sumergido se forma por la acción de los glaciares (ríos de hielo), se llaman fiordos. El fiordo noruego de Sognafjorden es el más largo del mundo: penetra más de 200 kilómetros tierra adentro. ¿Sabes que en algunas regiones alcanzan ¡más de 1 km! de profundidad? Imagínate varios rascacielos uno encima de otro...

SALIENTES TERRESTRES SOBRE EL MAR

Los cabos son promontorios de tierra que entran en el mar. Suelen ser rocosos y tener grandes pendientes. En ellos se construyen los faros para orientar a los barcos. Los cabos, a veces, reciben el nombre de puntas. Es habitual que el viento sople con fuerza en los cabos. En Sudamérica, el cabo de Hornos separa el océano Atlántico del océano Pacífico.

Un delta es una extensión de tierra formada por los materiales que deposita un río cerca de su desembocadura. Se llaman así porque tienen la misma forma triangular que la letra griega delta: Δ. La zona más ancha de la letra corresponde a la región de la desembocadura, donde el río se ensancha. Suelen ser tierras muy fértiles. El delta del Nilo (Egipto, África) es uno de los más conocidos, pero hay muchos otros: Orinoco (Colombia-Venezuela, América del Sur), Mississippi (Estados Unidos, América del Norte)...

PENÍNSULAS Y OTROS RELIEVES COSTEROS

¿Sabes cómo llamamos a los trozos de tierra que están rodeados de agua por todas partes? Son las islas. En cambio, una península está rodeada de agua por todas partes menos por una, el istmo. Los istmos pueden ser anchos, como el de la península Ibérica, que tiene cientos de kilómetros, o estrechos, como el de la península de Paraguaná (Venezuela), que tiene algo más de 5 km de anchura.

En la costa también se pueden formar dunas. Esto sucede cuando el viento que sopla desde el mar tierra adentro arrastra pequeñas partículas de arena y se encuentra con un obstáculo (por ejemplo, un árbol). Entonces comienza a depositarse la arena, hasta que se forma un montículo, que conocemos con el nombre de duna.

EL RELIEVE

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EL RELIEVE

El relieve son las irregularidades que presenta la corteza terrestre. La superficie de la corteza terrestre está formada por rocas y suelos. Presenta formas del relieve muy diferentes: unas son casi planas, como las llanuras; otras son muy abruptas, como las sierras... Los distintos relieves se modelan bajo las aguas de los océanos (relieves marinos) o en tierra firme (relieves continentales).

Las formas del relieve se modifican continuamente con el paso del tiempo: han sufrido transformaciones y siguen cambiando. Por ejemplo, han aparecido nuevas islas volcánicas en algunos lugares, mientras que las elevadas cumbres montañosas se han allanado en otros sitios.

Los cambios en los relieves son el resultado de la acción de dos fuerzas diferentes:

Las fuerzas procedentes del interior de la Tierra. Estas fuerzas internas presionan las capas de rocas y, por ejemplo, provocan los terremotos y las erupciones volcánicas.
Las fuerzas que se originan en el exterior de la Tierra. Son las que desgastan lentamente las formas del relieve ya existentes. Una de estas fuerzas externas es el agua, que profundiza los cauces de los ríos y modela cañones fluviales.

Normalmente, se combinan ambas fuerzas en la creación de las formas del relieve.

RELIEVES ABRUPTOS


Una montaña es una elevación del terreno que forma un gran desnivel sobre las tierras vecinas. Su parte más alta recibe diversos nombres: cumbre, cima o pico. Las partes inclinadas son las laderas. Cuando indicamos la altitud de una montaña, hablamos de la distancia vertical que existe entre su cima y la superficie del mar.

Algunos volcanes forman montañas, y reciben el nombre de nevados cuando están siempre cubiertos de nieve. Por ejemplo, el Nevado de Toluca en México, el Nevado del Ruiz en Colombia, el Nevado del Candado en Argentina... Las colinas y los cerros son montañas bajas. Existen montañas de arena: las dunas.

Si has recorrido alguna vez una región montañosa, habrás comprobado que subes y bajas continuamente. La región hundida situada entre dos montañas es el valle. Los valles se forman por la erosión de ríos o glaciares, o por el hundimiento de porciones de la superficie de la Tierra. Los cañones son valles estrechos y profundos con paredes rocosas casi verticales.

Varias montañas alineadas forman una sierra. Varias sierras forman una cordillera. Se considera que forman parte de una cordillera los valles, las mesetas y otros elementos del relieve.

RELIEVES LLANOS

¿Sabes en qué se diferencia una meseta de una llanura? Las llanuras son extensiones de tierra casi planas y de escasa altitud. Las mesetas son llanuras elevadas (normalmente a más de 500 metros de altura sobre el nivel del mar), muchas veces rodeadas de montañas. Además, las fuerzas terrestres que modelan las llanuras suelen ser externas, mientras que las que originan las mesetas suelen ser internas. Las mesetas también se llaman altiplanos y altiplanicies.

Más de la mitad de la superficie continental está formada por relieves llanos. La meseta Central destaca en España; la altiplanicie Mexicana, en México; el altiplano Andino (con una altitud de unos 3.400 metros), en Bolivia; Los Llanos, en Venezuela y Colombia; la Pampa es la mayor llanura de Argentina, y El Chaco es otra llanura sudamericana, que abarca territorios de Bolivia, Paraguay, Argentina y Brasil.

Una depresión es un terreno situado a menor altitud que las regiones de alrededor.

Algunas depresiones están por debajo del nivel del mar y constituyen mares o lagos. Por ejemplo, la del mar Muerto (Oriente Próximo), cuyo punto más bajo se encuentra a 395 m bajo el nivel del mar, o el Valle de la Muerte (Estados Unidos), otra gran depresión a 86 m bajo el nivel del mar.
Otras están situadas sobre el nivel del mar, pero su altitud es inferior a la de las llanuras fluviales que las rodean. En México, destaca la depresión del Balsas, y en España, las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. Suelen presentar tierras muy fértiles y adecuadas para el cultivo agrícola.

LA EROSION

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LOS “ARTISTAS” EXTERNOS

El viento, el agua, los cambios bruscos y continuos de temperatura y los seres vivos actúan sobre las rocas de la superficie terrestre: las rompen y las desgastan. De esta manera modifican el paisaje. A estos “artistas” se les denomina agentes geológicos externos. Son agentes porque actúan, geológicos porque lo hacen sobre la Tierra (geo significa tierra en griego) y externos porque tienen lugar sobre la superficie terrestre (los volcanes y terremotos son agentes internos).

Estos agentes geológicos realizan sobre el terreno tres acciones:

1. Erosión: consiste en la fragmentación o desgaste de las rocas.
2. Transporte: una vez rotos, los pequeños trozos de roca son arrastrados a otros lugares, tanto por el viento como por el agua.
3. Sedimentación: una vez transportados, los fragmentos de roca se depositan en el nuevo lugar, es decir, se sedimentan.

Normalmente, las tres acciones están relacionadas y pueden tener lugar al mismo tiempo.

¿CÓMO ACTÚA EL AGUA PARA MODIFICAR EL PAISAJE?

El agua de los ríos. ¿Te has fijado alguna vez en el agua de un río? Sus aguas no están nunca quietas: se mueven siempre en la misma dirección (río abajo) y arrancan pequeños trozos de roca del lecho fluvial por el que discurren.

La capacidad de los ríos para modificar el paisaje depende de: la cantidad de agua que llevan (caudal), de la velocidad a la que fluye el agua y de las características del terreno por el que pasan. La erosión es mayor cuando el terreno es arenoso y tiene mucha pendiente, y cuando el agua es abundante y discurre a gran velocidad.

El agua de los ríos modela cañones (pasos estrechos y profundos entre dos montañas), origina meandros (curvas cerradas en el curso de un río) y forma deltas (depósito de tierra con forma de abanico en las desembocaduras de los ríos). También los glaciares erosionan el paisaje. Son “ríos de hielo” que avanzan lentamente, arrancando rocas a su paso.

El agua del mar. ¿Te ha derribado alguna vez una ola en la playa? Habrás comprobado la fuerza que tiene el agua en movimiento. Los golpes continuos de las olas sobre las montañas costeras tallan los acantilados (paredes verticales). Los trocitos de roca arrancados en los acantilados, junto a conchas de animales y restos de coral, son transportados por las olas y se depositan formando playas (llanuras de arena junto al mar).

Las aguas subterráneas. Cuando el agua que circula por el subsuelo encuentra rocas calizas, las disuelve y forma cuevas. Si los nuevos materiales disueltos en el agua se depositan, pueden crear estalactitas y estalagmitas.

¿CÓMO ACTÚA EL VIENTO?

En los desiertos de arena, el viento levanta la arena y la transporta lejos. Cuando la arena choca contra una roca, la erosiona y la desgasta. ¿Has visto ya la foto del tótem rocoso del Monument Valley?

Cuando cesa el viento, los pequeños fragmentos de roca transportados se depositan, formando dunas (montañas de arena). ¿Crees que solo hay dunas en los desiertos? Negativo. También hay dunas en las playas donde el viento sopla fuerte.

OTROS AGENTES GEOLÓGICOS EXTERNOS

Si llenas de agua una botella de cristal y la congelas, probablemente se romperá. ¿Sabes por qué? Esto puede suceder porque el agua, al congelarse, aumenta de volumen.

En las altas montañas, durante el día, el agua se introduce por las grietas de las rocas. Cuando llega la noche, desciende la temperatura, el agua se congela y aumenta de volumen, rompiendo la roca. Este proceso erosivo se debe a las constantes variaciones de temperatura.

También las raíces de las plantas pueden romper las rocas del suelo: se introducen por las fisuras de las rocas y, al crecer, empujan y las fragmentan en trozos más pequeños. Imagina lo que puede ocurrir luego: llueve, el agua transporta lejos los pedazos pequeños y los deposita...

¿Crees que los animales que viven bajo tierra erosionan el terreno? Piensa cómo las lombrices y los conejos perforan la tierra al construir sus refugios... De esta manera modifican el relieve. Por lo tanto, los seres vivos (algunas plantas y animales) también son agentes geológicos externos.

EL TERREMOTO

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EL TERREMOTO

Un terremoto o sismo es un temblor del suelo causado por un movimiento brusco que se produce en el interior de la Tierra. Es un fenómeno muy violento que dura unos segundos o unos pocos minutos. En ese tiempo, el temblor puede derribar edificios, tendidos eléctricos o destrozar carreteras y puentes.

El punto situado bajo la superficie terrestre en el que se origina el temblor se llama hipocentro o foco del terremoto. En algunos casos este punto está a 700 km de profundidad.
El epicentro es el punto de la superficie situado justo encima del hipocentro.

¿QUÉ DAÑOS PUEDEN CAUSAR LOS TERREMOTOS?

Algunos terremotos solo producen un ligero temblor del suelo. Se notan porque se mueven las lámparas colgadas del techo o las copas de cristal colocadas sobre una mesa. ¡Pero hay terremotos capaces de tirar montañas!

Los terremotos pueden derrumbar estructuras; por ejemplo, edificios o puentes, dejando atrapadas a las personas bajo los escombros. También pueden derribar tendidos eléctricos o producir roturas en los conductos de gas, lo que puede provocar explosiones e incendios.
Los terremotos provocan olas gigantes. Cuando el terremoto se produce bajo el mar se llama maremoto, y se crean olas gigantescas llamadas tsunamis, que pueden inundar pueblos y ciudades cercanas a la costa.
Los terremotos producen avalanchas de nieve. El temblor de tierra puede provocar peligrosas avalanchas de nieve en las laderas de las montañas.

¿SON IGUALES TODOS LOS TERREMOTOS?

Cuando tiras una piedra en el centro de un estanque, se forman ondulaciones en la superficie del agua alrededor del lugar en el que ha caído. ¿Dónde se ven mejor las ondas? Cerca del lugar en el que cae la piedra. En un terremoto también se producen ondas. Por lo tanto, ¿dónde crees que causa mayores daños? Lógicamente, cerca del epicentro. Más lejos, el temblor se nota menos.

Para cuantificar la potencia de un terremoto, hablamos de su magnitud y su intensidad.

La magnitud de un terremoto indica la potencia del temblor. Para medir la magnitud de un terremoto se emplea la escala de Richter. En ella, los valores más bajos (1, 2) corresponden a los temblores más débiles, mientras que los terremotos más violentos tienen una magnitud cercana a 9. Para un mismo terremoto, el valor de la magnitud no varía.
La intensidad mide la potencia del temblor en un lugar concreto de la superficie. El temblor será más violento e intenso y, por lo tanto, derribará edificios más grandes y más robustos cerca del epicentro. Y va perdiendo fuerza según nos alejamos. Es decir, lejos del epicentro, la intensidad del temblor diminuye. Para medir la intensidad se utiliza la escala de Mercalli. En ella, los temblores que apenas se notan tienen una intensidad de 1, mientras que los que causan más destrucción tienen una intensidad cercana a 12. Para un mismo terremoto, el valor de la intensidad sí que varía: es más elevado en zonas situadas cerca del epicentro.

¿DÓNDE SE PRODUCEN LOS TERREMOTOS?

En algunos lugares, a los niños se les enseña en el colegio qué hacer en caso de que se produzca un terremoto. Esto ocurre en regiones que sufren terremotos frecuentemente. En el mundo existen zonas más propensas a los movimientos sísmicos que otras. Son aquellas que están situadas en la superficie justo encima de los bordes de las placas litosféricas, que son grandes bloques de roca que se encuentran bajo la superficie terrestre.

Las zonas más propensas a sufrir terremotos son Japón, la India, Filipinas, el borde occidental de América (la zona de los Andes, Centroamérica y la costa oeste de Estados Unidos), Islandia, las regiones en torno al mar Mediterráneo (el Zagreb, Italia, Turquía), Irán, Afganistán, China y las islas del Pacífico. En España, las regiones que sufren más temblores de tierra son Andalucía oriental y Murcia.

PREDICCIÓN DE TERREMOTOS

Parece ser que algunos animales abandonan una zona justo antes de que en ella se produzca un terremoto. No se sabe bien cómo lo saben; pero lo cierto es que algunos científicos estudian el comportamiento de los animales para predecir temblores de tierra.

Sin embargo, predecir terremotos es difícil. Además, como son fenómenos muy breves, es imposible avisar a la población cuando ya han comenzado los temblores. No obstante, es interesante registrar continuamente los movimientos de tierra; esto es posible gracias a unos aparatos llamados sismógrafos. En 1975, unos científicos chinos predijeron un terremoto de magnitud 7,3, y las autoridades evacuaron a 90.000 personas dos días antes de que el sismo demoliera la mayor parte de los edificios de una ciudad.

Como es difícil predecir los terremotos, la mejor opción es tomar medidas preventivas para reducir los daños ocasionados por los temblores:

Construir edificios antisísmicos. Estos edificios soportan temblores intensos sin derrumbarse. Tienen forma cónica o piramidal.
Realizar simulacros entre la población. Así todo el mundo sabe qué hacer cuando se produce un terremoto: salir al exterior, colocarse bajo los cercos de las puertas o bajo estructuras como los arcos, situarse debajo de una mesa o una silla

El VOLCAN

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EL VOLCÁN

Un volcán es una grieta abierta en el suelo, normalmente en las montañas, por la que sale material procedente del interior de la Tierra a una temperatura muy alta. En un volcán puedes distinguir varias partes:

Foso volcánico. Es una cavidad que hay en la base del volcán. En ella se almacena el magma, las rocas y los minerales fundidos que proceden del interior de la Tierra. A esta cavidad también se la llama cámara de magma.
La chimenea. Es el conducto que conecta el foso volcánico con la superficie terrestre.
El cráter. Es la abertura situada en la superficie, por la que sale el material procedente del interior. Suele tener una forma más o menos circular. Cuando el cráter es muy grande, se llama caldera; un ejemplo es la Caldera de Taburiente, en la isla canaria de La Palma (España). Otras veces, la abertura por la que se expulsa el material es alargada: entonces se llama fisura.
Las grietas laterales son pequeñas aberturas cercanas al cráter, por las que también salen el magma y los gases procedentes del interior terrestre.
El cono volcánico. Está formado por el material expulsado que se acumula alrededor del cráter.

Cuando el volcán expulsa materiales, a menudo con explosiones, se dice que está en erupción. Las erupciones volcánicas pueden ser muy violentas. En 1883 la erupción de un volcán destruyó casi por completo la isla de Krakatoa, en el océano Índico. Su sonido se escuchó a ¡más de 4.000 km de distancia!

LOS MATERIALES QUE ARROJA UN VOLCÁN

¿Por qué algunas rocas expulsadas por un volcán salen fundidas a la superficie? Porque en el interior de la Tierra la temperatura es muy alta. Por eso, muchos materiales que se encuentran allí están fundidos.

Por el cráter de un volcán pueden salir materiales sólidos, líquidos o gaseosos.

Material sólido. Son rocas procedentes del interior de la Tierra o del borde del volcán. Las más grandes se llaman bombas volcánicas, y los trozos de roca pequeños, lapilli. Las cenizas son fragmentos sólidos que salen pulverizados del volcán.
Material líquido. Se llama lava, y sale del volcán muy caliente, a unos 1.000 ºC. La lava desciende por las laderas del volcán. Cuando se enfría, se solidifica y forma rocas.
Gases. Los gases emitidos por el cráter del volcán salen despedidos violentamente. Otras veces, escapan por fisuras en las rocas que forman el volcán.

LOS TIPOS DE VOLCANES

¿Crees que todos los volcanes son montañas elevadas con un cráter en la cima? Pues no; en algunos casos, la lava expulsada no sale por un cráter, sino por grietas más alargadas. Básicamente, hay dos tipos de volcanes:

Volcanes puntuales. Son los más comunes. En ellos hay una abertura con forma más o menos circular, el cráter, en la cima de una montaña. El Popocatépetl, en México, es un volcán puntual.
Volcanes fisurales. En este caso, hay una grieta alargada (a veces, de varios kilómetros) por la que sale el material caliente procedente del interior de la Tierra. Muchos volcanes de las islas Hawai (Estados Unidos) son de este tipo.

¿ESTÁN ACTIVOS TODOS LOS VOLCANES?

Un volcán dormido no expulsa materiales por su cráter. Sin embargo, incluso los volcanes que llevan dormidos varios siglos pueden ‘despertar’. El volcán Pinatubo, en Filipinas, entró en erupción en 1991. Llevaba más de 600 años dormido, y expulsó millones de toneladas de material a la atmósfera. ¡Las cenizas llegaron a 15 km de altura! Aunque en el mundo hay cientos de volcanes, solo algunos han estado activos en los últimos tiempos. Según su actividad, los volcanes se clasifican en:

Volcanes en erupción. Son los que en la actualidad están expulsando materiales por su abertura. El volcán de Colima, en México, ha entrado en erupción 30 veces en los últimos 500 años. También el Etna, en Sicilia, lo hace con cierta frecuencia.
Volcanes activos. Son aquellos que, aunque no están expulsando materiales, presentan signos de estar despiertos, como temblores de tierras cercanas o emisión de gases por grietas. El volcán Izalco, en El Salvador, permanece activo desde 1770, cuando se produjo su primera erupción.
Volcanes inactivos. Son los que no muestran ningún signo de actividad: no expulsan materiales por el cráter, no se detectan movimientos de tierras a su alrededor, etc. El volcán Agua, en Guatemala, es un volcán inactivo.
Volcanes apagados. Son aquellos cuya última erupción ocurrió hace muchos años, y no se espera que en el futuro próximo entren en erupción. El volcán Nevado de Toluca, en México, es un volcán apagado o extinto.

PREDICCIÓN DE UNA ERUPCIÓN VOLCÁNICA

Seguramente, te preguntarás por qué hay gente que vive cerca de volcanes activos o que han entrado en erupción últimamente. La respuesta es que a su alrededor las tierras suelen ser fértiles y aptas para el cultivo. Pero, cuando un volcán expulsa lava o cenizas, los habitantes de su comarca están en peligro. En efecto, las corrientes de lava destruyen todo lo que encuentran a su paso, y las cenizas producen enfermedades en el aparato respiratorio. Otras veces, como ocurrió en el volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, en 1985, la lava se mezcla con la nieve y otros materiales del cono volcánico y forma barro que puede sepultar pueblos enteros.

Por esto es importante conocer cuándo entra en actividad un volcán, para avisar a las personas que viven cerca de él. Para predecir las erupciones volcánicas se analizan los temblores de tierra cerca del volcán, se analizan los gases expulsados por grietas en el suelo y se estudian imágenes obtenidas por satélite.

LOS CONTINENTES SE MUEVEN

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LOS CONTINENTES SE MUEVEN

Hace millones de años en la Tierra solo existía un gran continente llamado Pangea, Luego, según fue pasando el tiempo, los continentes se separaron y aparecieron los océanos entre ellos. En el futuro, los continentes seguirán moviéndose, por lo que el mapa del mundo que ahora conocemos cambiará. Esto es lo que dice la teoría de la deriva de los continentes, enunciada a principios del siglo XX por Alfred Wegener.

Una prueba de esta teoría es que las costas de África y Sudamérica encajan una en la otra, como en un puzle. Otra prueba es la existencia de fósiles de la misma especie y formaciones rocosas comunes en continentes distintos.

LAS PLACAS DE LA CORTEZA TERRESTRE

¿Has visto cómo hierve el agua en una olla? El agua se mueve continuamente, subiendo y bajando. Si colocáramos un trozo de corcho en el agua, se movería sin parar. Pues bien, algo parecido ocurre con los materiales rocosos que hay en el interior de la Tierra.

La superficie terrestre está constituida por una serie de ‘piezas de puzle’, llamadas placas tectónicas o litosféricas, que encajan unas en otras. Estas placas son grandes bloques de roca. A las placas que se encuentran bajo el fondo marino se las denomina placas oceánicas, y a las que están bajo la superficie de los continentes, placas continentales. Debajo de las placas hay magma (rocas fundidas por las altísimas temperaturas), que escapa a la superficie a través de las fisuras.

Para explicar la deriva de los continentes o la aparición de cordilleras existe una teoría llamada teoría de la tectónica de placas. Según esta teoría:

Bajo la superficie de la Tierra hay grandes bloques o placas rocosas.
Las placas se mueven lentamente. Por eso, unas chocan con otras, otras se separan, otras se deslizan…
¿Quién mueve estas placas? El ‘motor’ que mueve las placas es el calor interno de la Tierra. Bajo las placas, algunas rocas fundidas suben y bajan, de manera parecida al movimiento del agua que hierve en un recipiente.
En los límites entre placas existen volcanes, hay temblores de tierra y se forman cordilleras.

CUANDO LAS PLACAS SE MUEVEN

¿Qué ocurre cuando chocan dos trenes de mercancías? Las carrocerías de ambos se deforman, se producen ‘pliegues’ en los vagones, se rompen algunas piezas, etc. Algo parecido ocurre en la Tierra cuando chocan dos placas. Veamos qué pasa cuando las placas se mueven y cómo cambia entonces el paisaje:

Formación de cordilleras. El choque de dos placas continentales forma las cordilleras. Cuando las placas chocan, el terreno se eleva, formando hileras de montañas. También se producen deformaciones de la superficie terrestre: aparición de pliegues en el terreno y roturas (fallas).
Formación de océanos. La separación de dos placas continentales provoca la formación de los océanos. En este caso, se puede formar entre ambas placas una grieta llamada dorsal oceánica, por la que sale material fundido (magma) procedente del interior de la Tierra. Este material forma nuevas rocas. En el fondo del océano Atlántico, por ejemplo, hay una dorsal oceánica por la que sale continuamente el magma (material fundido). Por esto, las costas de Sudamérica y de África están separándose. El alejamiento de las placas produce la deriva de los continentes.
Formación de fosas oceánicas y volcanes. El choque de una placa oceánica y una continental origina fosas oceánicas y volcanes. En este caso, la placa oceánica se hunde bajo la placa continental. Esto produce terremotos y numerosos volcanes. En los volcanes situados en tierra firme sale a la superficie el material fundido procedente del interior de la Tierra. Los volcanes submarinos también expulsan gases y rocas procedentes del interior de la Tierra, y, en algunos casos, pueden formar islas. En 1928, en el océano Índico, un volcán submarino produjo la aparición de una nueva isla: Anak Krakatoa.
Temblores de tierra. El desplazamiento lateral de dos placas continentales provoca numerosos temblores de tierra. Esto ocurre, por ejemplo, en la costa oeste de Estados Unidos, en la falla de San Andrés, en la que hay frecuentes temblores de tierra.

LOS CONTINENTES TERRESTRES

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LOS SEIS CONTINENTES TERRESTRES

Los continentes son enormes extensiones de tierra emergida, separadas por los océanos. En la Tierra hay seis continentes: África, América, Asia, Antártida, Europa y Oceanía. Su distribución es muy desigual: al norte del ecuador, es decir, en el hemisferio norte, se encuentran más de dos tercios de la superficie continental.


ASIA, EL MÁS EXTENSO

Asia es el continente más grande del planeta y también el más poblado. Se encuentra en el hemisferio norte, excepto unas pocas islas. Limita por el oeste con Europa y África; por el este, con el océano Pacífico, y por el sur, con el océano Índico y Oceanía. Por el sur y el este hay un gran número de islas: Filipinas, Sumatra, Java, islas Célebes, Borneo, Nueva Guinea, Taiwan, el archipiélago japonés...

En Asia se encuentran las montañas más altas del planeta: en la cordillera del Himalaya se alza el Everest, la cumbre más elevada de la Tierra (con más de 8.800 metros de altitud). Y también se localiza en este continente la depresión más profunda, el mar Muerto (350 m bajo el nivel del mar). El río más largo de Asia es el Yangtzé (también llamado Azul), con unos 6.300 km de longitud.

El país más grande y más poblado del continente es China (también es el más habitado del planeta, con sus 1.300 millones de personas). Las ciudades más pobladas son Tokio (Japón), con más de 27 millones de habitantes, seguida de Mumbai/Bombay (India) y Shanghai (China), cuyas aglomeraciones urbanas superan los 15 millones de habitantes.

AMÉRICA, EL MÁS LARGO

América es el segundo continente más extenso del planeta y, por poco, el segundo más poblado. América está bañada por el océano Pacífico al oeste, y el océano Atlántico, al este. El continente se extiende por el hemisferio norte y por el sur, llegando al polo norte y a regiones cercanas a la Antártida. Por eso se dice que es el continente más largo y que tiene un trazado paralelo a los meridianos del planeta.

Incluye tres regiones, que podemos llamar subcontinentes: América del Norte (hemisferio norte), América Central (hemisferio norte) y América del Sur (hemisferio norte y hemisferio sur).

La cumbre más alta es el Aconcagua (casi 7.000 metros de altitud), localizada en los Andes. El río más largo es el Mississippi, con algo menos de 4.000 km de longitud.

El país más grande es Canadá, y el más poblado es Estados Unidos. Las principales aglomeraciones urbanas son São Paulo (Brasil), ciudad de México (México) y Nueva York y Los Ángeles (Estados Unidos), todas ellas con más de 17 millones de habitantes.

EUROPA, EL ‘VIEJO CONTINENTE’

Europa es el segundo continente más pequeño de la Tierra y el cuarto más poblado. Está situado por entero en el hemisferio norte. Limita por el este con Asia, de la que lo separan los montes Urales y el Cáucaso. Sus costas están bañadas por el océano Atlántico, al oeste, y por el mar Mediterráneo, al sur, que lo separa de África.

El pico más alto es el Elbrús (con poco más de 5.600 metros de altitud), en la Rusia europea. El río más largo es el Volga, con más de 3.500 km de longitud.

El país más extenso es Rusia, que también es el más poblado (aunque, recuerda: parte de este país pertenece a Asia) y tiene como capital la ciudad europea más poblada, Moscú, que aglomera unos 11 millones y medio de habitantes.

ÁFRICA, EL MÁS DESÉRTICO

África ocupa el tercer puesto entre los continentes, tanto por su extensión como por su población. Bañado por las aguas del mar Mediterráneo por el norte, las del océano Atlántico por el oeste y el sur, y las del océano Índico por el este, solo limita por tierra con Asia. Las tierras de África se encuentran en ambos hemisferios: una parte, al norte del ecuador, y otra, al sur. Son tierras llanas, en su mayor parte, y muy secas: el desierto ocupa más de la mitad de su superficie. ¿Conoces el Sahara, el desierto de arena más extenso del planeta?

La cumbre más elevada es el Kilimanjaro, con casi 5.600 m de altitud. El río Nilo (algo más de 6.670 km de longitud) es el más largo de este continente ¡y del mundo!

El país más extenso es Sudán, y el más poblado es Nigeria, donde se localiza Lagos, una inmensa ciudad que, junto con El Cairo (Egipto), destaca por su población: ambas aglomeraciones tienen unos 15 millones de habitantes.

ANTÁRTIDA, EL MÁS HELADO

La Antártida es el cuarto continente más grande del planeta. Es el único que ¡está cubierto de hielo!, que no tiene pueblos ni ciudades, y que se encuentra por completo en el hemisferio sur. Está rodeado del océano Glacial Antártico.

Solo está habitado por militares y científicos que, durante cortas temporadas, estudian el clima, el relieve o los animales. Los países más cercanos son Chile, Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

El punto más alto de la Antártida es el monte Vinson (unos 5.100 m de altitud). Los ríos de agua líquida son inexistentes, solo hay glaciares.

OCEANÍA, EL MÁS PEQUEÑO

Oceanía es el continente más pequeño de la Tierra y el segundo menos poblado. Está formado por archipiélagos e islas, entre las que destaca la más grande, Australia. Está bañado por los océanos Índico (al oeste) y Pacífico (al norte, al este y al sur).

La cumbre más elevada está en Papúa-Nueva Guinea y es el monte Wilmhem (poco más de 4.500 m de altitud). En Australia se localizan el río más largo, el Darling (con solo 2.736 km de longitud), y la ciudad más poblada del continente, Sydney (con poco más de 4 millones de habitantes).

EL PAISAJE

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EL PAISAJE

Definir el término paisaje es complicado: pregunta a tu alrededor y te darás cuenta de que ¡no te responden lo mismo! Pero podemos ponernos de acuerdo si afirmamos que un paisaje es una porción de la superficie terrestre que se presenta ante nuestra mirada. Así pues, su definición varía en función del lugar de observación.

Para describir un paisaje debes tener en cuenta estas pautas:

Haz como si fuera una fotografía: divídelo en planos (primer plano, el más cercano a ti), segundo plano... y así sucesivamente hasta llegar al último, el fondo u horizonte.
Descubre cuáles son los colores predominantes: te ayudarán a saber cuál es el clima del lugar o la estación del año, si la vegetación es abundante o predominan los cultivos...
Las formas te revelarán cómo es el relieve (montañas de pendientes acusadas o suaves, líneas rectas que denotan llanuras...).
Busca las huellas de la historia y la presencia humana: construcciones hechas por personas, ya sean más antiguas (¡este lugar está habitado desde hace tiempo!) o más modernas (las autopistas y antenas de telefonía son una pista de lugar bien comunicado).

Para completar tu observación del paisaje, da tu punto de vista y opinión: ¿existen zonas similares en este paisaje? ¿Qué te parece? ¿Te gusta?…

TIPOS DE PAISAJES

A grandes rasgos podemos distinguir dos grandes tipos de paisajes:

Los paisajes naturales, poco o nada modificados por la actividad humana. Este tipo de paisaje es poco frecuente en Europa, y junto a las ciudades y lugares turísticas. Solemos llamar paisaje natural al de las cumbres de algunas montañas, las selvas, la costa deshabitada, los desiertos...
Los paisajes transformados son aquellos donde vivimos las personas: los hemos ocupado y reflejan nuestras actividades y formas de vida. En ellos aparecen elementos artificiales, como pueblos, ciudades, carreteras, ferrocarriles, canteras, puentes, postes y cables de electricidad... Se pueden distinguir paisajes urbanos, rurales, agrícolas, industriales...

Aunque también podemos clasificar los paisajes en función de otros criterios:

Su relieve. Hablamos de paisaje montañoso (con cordilleras, sierras, valles escarpados), paisaje de llanura (altiplanos, páramos, vegas, mesetas) y paisaje de costa (con acantilados, playas, calas, marismas, cabos, golfos, rías). Estos paisajes pueden ser naturales o transformados.
Su clima y vegetación. Se pueden distinguir los paisajes templados (con el bosque mediterráneo de encinas y alcornoques, el bosque atlántico de robles y hayas, la taiga de coníferas, las praderas y estepas), los paisajes cálidos (donde destacan la selva, el bosque tropical, la sabana, los desiertos de arena), y los paisajes fríos (con la tundra de hierba, musgos y líquenes, y los glaciares, los desiertos pedregosos, las nieves perennes y ¡los iglúes de hielo!).

Todos los paisajes cambian con el tiempo y cada vez parecen más humanizados.

LOS PAISAJES MUY TRANSFORMADOS

El paisaje agrario es característico de las zonas habitadas desde tiempos remotos (recuerda que la agricultura y la ganadería aparecieron en el Neolítico, una de las etapas de la Prehistoria). Es fácil encontrarse campos de cultivo, a veces escalonados formando bancales, otras veces con huellas del riego artificial propio de las huertas (acequias, embalses, diques y canales, aspersores). También abundan las instalaciones para el ganado, como granjas, establos o naves.

Entre los paisajes agrarios conviene que diferencies dos. El paisaje de campos abiertos (openfield), donde las grandes superficies de cultivos carecen de barreras físicas. Y el paisaje de campos cerrados (bocage), donde las parcelas agrarias están cercadas con muros de piedra o setos. El openfield predomina en zonas áridas, llanas y de producción de cereal. El bocage es característico de zonas húmedas, alomadas y con explotaciones agrícolas combinadas con pastizales para el ganado.

Los paisajes industriales aparecieron hace algo más de doscientos años. Por ellos se despliegan numerosas fábricas, chimeneas y altos hornos, vías de comunicación (carreteras, ferrocarriles, puertos con imponentes muelles), minas y canteras, tendidos eléctricos, canalizaciones, vertederos para los residuos... A veces las empresas se concentran en polígonos industriales (amplio espacio preparado donde se instalan las naves de producción y de almacenaje, las oficinas...). Como las actividades industriales son muy perjudiciales para el medio ambiente, suelen ser paisajes muy degradados y contaminados.

El paisaje urbano, donde el espacio está densamente ocupado por edificios de distintas alturas y calles de variada amplitud, está más transformado que el paisaje rural. Sin embargo, este último se está urbanizando con relativa rapidez en los países más desarrollados y está dejando de ser el “antagonista” del urbano.

EL DEPORTE

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EL DEPORTE

El deporte es cualquier actividad física que el ser humano hace para divertirse o para competir. En realidad, lo deseable sería que cuando se hace deporte para competir, también se haga para divertirse. Los deportes de competición se realizan siguiendo unos reglamentos. Obligan a superarse a sí mismo (tardando cada vez menos tiempo en correr una distancia, por ejemplo), a los demás competidores (ganando un partido de tenis a un amigo) o a algún obstáculo físico (escalando una montaña).

Desde los tiempos más antiguos de la historia, el deporte ha sido considerado una actividad lúdica (divertida) que, además, mejoraba la salud. Pero a partir del siglo XX nació el deporte profesional: los deportistas pasaron a practicar su deporte para, entre otras cosas, divertir a otras personas que los admiran.

CLASIFICACIÓN DE LOS DEPORTES

Los deportes pueden dividirse en seis tipos.

Deportes atléticos: atletismo, gimnasia, halterofilia, natación o ciclismo.

Deportes de pelota: fútbol, béisbol, rugby, baloncesto, balonmano, voleibol o tenis.

Deportes de combate: boxeo, lucha libre, esgrima o artes marciales (judo, kárate...).

Deportes de motor: automovilismo, motociclismo o motocross.

Deportes náuticos o de navegación: vela, remo o piragüismo.

Deportes de deslizamiento: esquí o patinaje sobre hielo.

También se pueden clasificar en deportes individuales y de equipo, o en deportes de verano y de invierno.

Además, existen algunos deportes que están casi más cerca de la aventura (se los suele llamar deportes de riesgo), otros que son juegos (billar, bolos, petanca) y otros relacionados con la inteligencia (como el ajedrez).

HISTORIA

Los historiadores han podido comprobar que pueblos muy antiguos ya hacían deporte. ¿Quieres algunos ejemplos? Los egipcios eran apasionados del tiro con arco y de las luchas navales. Los primeros juegos olímpicos de la antigüedad se celebraron hacia el año 776 a.C. en una ciudad griega: Olimpia. Algunas civilizaciones precolombinas practicaban cierto juego con una pelota (el tlachtli).

El deporte alcanzó mucha importancia en Europa en la época de la Revolución Industrial. En el siglo XIX nacieron en Gran Bretaña famosas competiciones (en 1829 la Regata Oxford-Cambridge; en 1851, la Copa América de vela) y se inventaron nuevos deportes (el fútbol, el rugby, el tenis).

Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna tuvieron lugar en Grecia en 1896. Participaron solo 13 países y casi 300 deportistas, pero fueron un gran acontecimiento. Desde entonces se han celebrado cada cuatro años (excepto durante las dos guerras mundiales). En 1924 nacieron los Juegos Olímpicos de Invierno.

El nacimiento de los Juegos Olímpicos fue muy importante para el gran desarrollo del deporte en el siglo XX. Los diferentes deportes se organizaron en federaciones nacionales e internacionales, y estas crearon nuevas competiciones. Y como dijimos anteriormente, el deporte, que comenzó siendo una simple forma de ejercicio físico, se hizo profesional. Para ganar al contrario, o para alcanzar nuevos récords, los deportistas tuvieron que entrenarse cada vez más y mejor, se crearon nuevos materiales y técnicas... Así, los deportes se convirtieron en una parte muy importante de la sociedad, y algunos deportistas pasaron a ser personajes famosos, muy queridos por sus seguidores. Pero también aparecieron grandes peligros para el deporte y los deportistas: el dopaje (tomar sustancias que mejoran el rendimiento del deportista, pero que perjudican su salud; es decir, lo contrario que pretende el deporte) y la violencia entre seguidores de distintos equipos o deportistas.

Quizá lo más positivo es que, a partir de un momento, las personas y los gobiernos se dieron cuenta de que el ejercicio físico, controlado, es bueno para la salud. Por eso la educación física se convirtió en una asignatura en las escuelas, y los seres humanos decidieron que sería una magnífica idea dedicar parte de su tiempo libre (al volver del trabajo o del colegio) a hacer deporte.

Signos de Puntuación

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LA INTERROGACIÓN Y LA EXCLAMACIÓN

Los signos de interrogación [¿?] y de exclamación [¡!] se utilizan en las oraciones interrogativas o exclamativas, que pueden ser:

Totales, cuando la pregunta o exclamación ocupa todo el enunciado: ¿Vienes al cine esta tarde? ¡Aúpa la Real Sociedad!
Parciales, si lo que se pregunta o exclama es solo parte del enunciado: Si no viene pronto, ¿a qué hora llegaremos? Aunque cansada, ¡qué feliz me siento!

Observa: el signo de apertura se pone donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no sea el inicio del enunciado. Además, tras el signo de cierre no se pone punto, pero sí puede ir coma o punto y coma: Y ahora ¿qué hacemos? Nada, ¿verdad?, Carlos. Ramírez, ¡cállese!

Algunos enunciados son muy breves: ¿Quiénes? ¿Qué? ¿Cuánto? !Ay! ¡Plaf! ¡Uf! ¡Hola!

EL PARÉNTESIS

Los paréntesis [( )] se emplean para introducir en el texto una aclaración, una fecha, un lugar, etc.: En esa calle (en el número 12) vivía su primo (el de Arica, no el de Punta Arenas).

El signo de cierre [)] se utiliza también para encabezar clasificaciones u opciones: Tienes tres posibilidades: a) acompañar a tu hermana; b) quedarte en casa; c) venir con nosotros.

EL CORCHETE

Los corchetes ([ ]) se utilizan para:

Enmarcar alguna precisión, explicación o aclaración de un texto que, a su vez, va entre paréntesis: James Matthew Barrie, autor de Peter Pan (una obra de teatro convertida posteriormente en novela, en la que se basó Walt Disney [1901-1966] para su película de dibujos animados), fue un importante dramaturgo y novelista escocés.
Indicar la supresión de algunas palabras en las citas textuales; en este caso, dentro de los corchetes aparecen puntos suspensivos: El joven [...] ya había visto antes a aquel individuo.

LAS COMILLAS

Las comillas [“” «»] se emplean para:

Delimitar citas: Como dijo Machado, “se hace camino al andar”.
Citar títulos de poemas o artículos que forman parte de una obra más extensa: “Nanas de la cebolla” es uno de los poemas más bellos del Cancionero y romancero de ausencias, de Miguel Hernández.
Señalar que una palabra es vulgar o que se utiliza en un sentido diferente del habitual: Ése es un 'listo'.

LA RAYA

La raya [—], cuya longitud es mayor que la del guión, puede aparecer como signo simple o como signo doble.

Como signo simple:


Marca la diferencia entre narración y diálogo cuando precede a las intervenciones de los personajes:

El mago le entregó un anillo y le dijo:
—Llévalo contigo y, cuando te encuentres en un apuro, gíralo.


Señala apartados en un escrito:

En las palabras distinguimos su:
— forma;
— función;
— significación.



Como signo doble, se emplea en aclaraciones o incisos:

La sinceridad —una de las muchas cualidades de su amigo— era lo que más admiraba.



Además, en las obras de teatro, precedido de un punto, señala los parlamentos (las distintas intervenciones) de los personajes:

Luis.— ¿Me has llamado?
Ana.— Sí. Quería invitarte a mi fiesta.


EL GUIÓN

El guión [-], de menor longitud que la raya, se utiliza para:

Marcar la división de las palabras al final del renglón: ca-mión.
Expresar alguna relación entre palabras simples: calidad-cantidad.
Unir los elementos de una palabra compuesta: ítalo-francés.
Separar el día, el mes y el año, en las fechas: 12-2-95.
Marcar el intervalo entre dos números: 1-7, curso 2004-2005.

LA DIERESIS

La diéresis o 'crema' [¨] son los dos puntos horizontales que se colocan sobre la u, en las sílabas gue, gui, para indicar que la u no es muda, sino que debe pronunciarse: desagüe, piragüista.

El punto, La coma,Los dos Puntos

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EL PUNTO

El punto [.] representa en la escritura la pausa final de:

una oración (punto y seguido);
un párrafo (punto y aparte);
un texto (punto final).



Amanecía. La Luna se había ocultado para dejar paso al Sol. Las estrellas se habían perdido por el horizonte.
El gallo se disponía a despertar a todos los demás animales. El granjero había abandonado su cama y se dirigía al establo.


Se utiliza también para indicar abreviatura: Sr. (señor); D.ª (doña); Ilmo. (ilustrísimo).

No debemos ponerlo:

entre las letras de las siglas y los acrónimos (RENFE);
detrás del título de los libros (o de nuestros trabajos escolares), de los capítulos o del nombre del autor, si son el único texto en un renglón.

LOS DOS PUNTOS

Los dos puntos [:] señalan una pausa con la que llamamos la atención sobre lo que viene después. Los utilizamos:

Antes de una enumeración: Los días de la semana son: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Precediendo a una cita textual: El famoso novelista declaró: 'Me gusta escribir para niños'.
Tras el saludo inicial en una carta o el encabezamiento de un documento jurídico o administrativo: Queridos tíos: Iré a visitaros el próximo domingo...

LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

Los puntos suspensivos […] indican que se deja la frase sin terminar. Son tres puntos que se usan:

Para expresar duda, temor o incertidumbre: Se apagó la luz. Se oían gritos y unos pasos que se acercaban... No había forma de salir de allí...
Cuando no se termina el enunciado, como cuando se hace referencia a un refrán, porque el final es conocido por el interlocutor: A quien madruga...
Para dar a entender una palabra o expresión malsonante, sin nombrarla: Vete a la...
En lugar de etcétera (etc.): Estaba rodeado de juguetes: coches, muñecos, peluches...
Para indicar la supresión de algunas palabras de un texto o fragmento (en este caso, aparecen entre corchetes): El río [...] es afluente del Ebro.

Detrás de los puntos suspensivos podremos poner una coma, un punto y coma o dos puntos, pero nunca un punto.

LA COMA

La coma [,] señala una pausa breve. Se emplea:

Para separar los elementos de una enumeración si no van unidos con y, o, ni: He estudiado matemáticas, lengua, sociales y dibujo.
En incisos, explicaciones o aposiciones: Mi perro, que solo es un cachorro, juega conmigo.
Para llamar la atención de alguien: Dani, préstame tus patines.
Cuando se suprime el verbo de una frase, por sobrentenderse, es decir, porque ya sabemos cuál es: Mi hermano tiene siete años; mi hermana, tres.
Detrás de interjecciones o exclamaciones, cuando continúa la frase: ¡Bravo!, lo has hecho bien.
Para separar palabras, sintagmas u oraciones de la misma categoría: Apaga la tele, lávate los dientes, vete a la cama.
En expresiones como es decir, esto es, por tanto, o sea, etc.: Ha venido mi primo, por tanto, iremos al cine.

EL PUNTO Y COMA

El punto y coma [;] indica una pausa mayor que la coma, pero menor que el punto. Se usa:

En enumeraciones u oraciones en las que ya se ha utilizado la coma: Mi primo puso los platos, los cubiertos y los vasos; yo, las servilletas.
Delante de los nexos adversativos, concesivos o consecutivos si las oraciones que introducen son largas; o si cambiamos de verbo: Encendió el televisor para ver la actuación de sus amigos en ese concurso donde ganaron un viaje a Roma; pero ya era tarde: el concurso había terminado hacía tiempo.
Para separar los elementos de una clasificación o relación escrita en minúsculas y en líneas independientes:

Los elementos que componen una palabra son:
– el lexema;
– los morfemas.

REGLAS GENERALES DE ACENTUACIÓN

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Existen dos tipos de acentos. Uno es el acento prosódico, que, en la lengua oral, es la mayor intensidad con la que pronunciamos la sílaba tónica de una palabra. El otro tipo es el acento ortográfico o tilde, el signo que, en la lengua escrita, colocamos sobre la sílaba tónica para destacarla frente a las átonas. Pero la tilde, como ya sabes, solo se pone cuando lo requieren las reglas de acentuación.

REGLAS GENERALES

Las palabras, dependiendo del lugar que ocupe su sílaba tónica, pueden ser: agudas (última sílaba); llanas (penúltima sílaba); esdrújulas (antepenúltima sílaba), y sobresdrújulas (la sílaba anterior a la antepenúltima). Partiendo de esta clasificación, se establecen las reglas generales de acentuación. Así, se pone tilde en los siguientes casos:

Palabras agudas que terminen en vocal, en n o en s: mamá, tobogán, compás.
Palabras llanas que terminen en consonante que no sea n ni s: trébol, lápiz, azúcar.
Todas las palabras esdrújulas y sobresdrújulas: máscara, ídolo; cuéntamelo, plantándosenos.

CASOS PARTICULARES DE ACENTUACIÓN

1. Diptongos, triptongos e hiatos:

Los diptongos acentuados y los triptongos siguen las reglas generales de acentuación. La tilde se pone sobre la vocal abierta (a, e, o): función, rodapié; despreciáis, vaciéis.

Las palabras con hiato también siguen las reglas generales de acentuación: hé-ro-e, hi-a-to, a-é-re-o, pi-ar, des-tru-ir, va-ho; ahora bien, cuando en un hiato de vocal débil (u, i) y vocal fuerte (a, e, o) el acento recaiga sobre la débil, esta llevará tilde siempre, para indicar que no hay diptongo: rí-o, pú-a, Za-ca-rí-as, a-ún, e-go-ís-ta.

2. Monosílabos:

Las palabras de una sola sílaba, como me, ti, fue, fui, vi, vio, di, dio..., no llevan tilde, excepto en aquellos casos en que este signo ortográfico indique una diferencia de significado (tilde diacrítica): Mi consola es para mí exclusivamente.

3. Adverbios terminados en -mente:

Las palabras terminadas en -mente son adverbios que se han formado a partir de un adjetivo. Llevan tilde si la llevaba el adjetivo del que procedan: fríamente, irónicamente, telefónicamente.

4. Formas verbales con pronombres enclíticos:

Las formas verbales a las que se añaden uno o dos pronombres al final siguen las normas generales: piénseselo, comiéndonoslo.

5. Letras mayúsculas:

Aunque escribamos una inicial o una palabra en mayúscula, hemos de poner tilde igualmente cuando así lo exijan las reglas de acentuación: Óscar, Cádiz, BERLÍN.

LA TILDE DIACRÍTICA

La tilde diacrítica diferencia el significado de las palabras que coinciden en su forma. Se utiliza en los siguientes casos:

1. Solo (adjetivo o adverbio) se escribe sin tilde, excepto en caso de posible ambigüedad o confusión, en que el adverbio deberá llevarla:

Voy solo por la mañana (adjetivo: ‘sin compañía’).
Voy sólo por la mañana (adverbio: ‘solamente’).


2. Aun lleva tilde cuando equivale a ‘todavía’; y no la lleva cuando significa ‘hasta, también, incluso’:

Aún es de día; pero aun así, no tengo suficiente luz.


3. Los demostrativos (adjetivos y pronombres) se escriben sin tilde. Solamente cuando en una oración exista riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda interpretarse como adjetivo o como pronombre, llevará obligatoriamente tilde en su uso pronominal:

Esta mañana cambiará de parecer (determinante que acompaña a mañana).
Ésta mañana cambiará de parecer (pronombre, sujeto de la oración).


Los pronombres demostrativos neutros singulares (esto, eso, aquello) nunca llevan tilde, pues en español no hay adjetivos demostrativos neutros con los que puedan confundirse: Toma esto para ti / Toma *esto libro para ti.

4. Los pronombres interrogativos y exclamativos llevan tilde siempre:

¿Cómo dices?
No sé quiénes vienen.
¡Cuánto grita mi madre!
Ya me han dicho adónde vas de vacaciones.
Lo importante no es el qué, sino el cómo.


Estos pronombres no deben confundirse con conjunciones que coinciden en la forma, pero no en el significado:

Como lo pienso, lo digo.
¿Que venís a comer mañana?
¿Me avisará cuando llegue mi tren?
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
¡Todo cuanto sé lo aprendí de los libros!

EL ACENTO

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EL ACENTO

El acento es la mayor fuerza o intensidad con la que pronunciamos una sílaba en una palabra.

Cuando una palabra está formada por varias sílabas, se destaca una de ellas sobre las demás mediante el acento para indicar su importancia: a-ma-po-la, a-cor-de-ón. La sílaba acentuada recibe el nombre de tónica; las que no tienen acento se llaman átonas.

CLASES DE ACENTOS

Acento prosódico o de intensidad: es la mayor intensidad con la que destacamos la sílaba tónica de las átonas en el habla. En la palabra pa-lo-ma, el acento prosódico recae en la sílaba lo, porque es la que pronunciamos con el tono más elevado y con una duración mayor.

Acento ortográfico o tilde: es la rayita oblicua [´] que se coloca en la escritura sobre la vocal tónica cuando así lo requieren las reglas de acentuación. En bom-bón, el acento ortográfico se pone sobre la vocal de la sílaba bón, ya que así lo mandan las reglas ortográficas.

CLASIFICACIÓN DE PALABRAS SEGÚN EL ACENTO

Las palabras, dependiendo de la sílaba en la que se acentúen, se clasifican en:


Agudas (en la última sílaba): pa-pá, ca-ra-col, ca-za-dor.
Llanas (en la penúltima sílaba): he-la-do, bu-zo, bur-bu-ja.
Esdrújulas (en la antepenúltima sílaba): bú-fa-lo, pó-mu-lo, cás-ca-ra.
Sobresdrújulas (en la sílaba anterior a la antepenúltima): es-té-ti-ca-men-te, man-dán-do-se-lo, trá-e-te-lo.

OTRAS FUNCIONES DEL ACENTO

El acento también sirve para diferenciar el significado de algunas palabras, como té (bebida) y te (pronombre personal); cálculo (operación matemática), calculo (primera persona del presente de indicativo del verbo calcular) y calculó (tercera persona del pretérito indefinido del verbo calcular).

Además, el acento ayuda al emisor a destacar algo ante su interlocutor, alargando y elevando el tono de la sílaba tónica de alguna palabra: ¡Esto, y no lo que tú dices, es lo importante!

En la poesía, es uno de los elementos básicos de los que se sirve el poeta para crear o acentuar el ritmo.

¿QUÉ ES LA ENTONACIÓN?

La entonación es la línea melódica con que acompañamos en el lenguaje oral a las oraciones.

Para que un grupo de palabras forme una oración, obligatoriamente ha de tener una entonación. En ella influyen tres factores:


Los grupos fónicos que componen la oración: los sonidos que entonamos con un solo impulso de voz mientras espiramos el aire.
Las pausas: los silencios más o menos prolongados, que nos permiten inspirar aire para continuar hablando.
Los tonemas: el final de los grupos fónicos, que pueden ser descendentes, sostenidos o ascendentes.

NORMAS PARA PRONUNCIAR BIEN

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NORMAS PARA PRONUNCIAR BIEN

El sistema fonológico español no ofrece excesivas dificultades en cuanto a su articulación. No obstante, conviene recordar algunas peculiaridades de los fonemas y ciertos errores que hemos de evitar:

/b/

Se representa con tres letras, b, v y, excepcionalmente, w.

Cuando el fonema /b/ ocupa el final de una sílaba, es incorrecto cambiarlo por /p/: /abdómen/, no */apdómen/.

Los grupos abs, obs, ubs, en la lengua oral, tienden a perder la b, pero esta se mantiene en la escrita por influencia culta: abstracto, obstáculo, subscripción.

/z/

Es representado por las letras c (ante e, i) o z (ante a, o, u). En gran parte de Andalucía, Canarias y casi toda Hispanoamérica, este fonema se pronuncia como /s/: /kabesáso/ (cabezazo), /sársa/ (zarza), /ejersísio/ (ejercicio). Es lo que se conoce como seseo.

/ch/

Aunque en la escritura está compuesto por dos letras, este fonema tiene un único sonido y como tal lo hemos de pronunciar: chochez, achicharrar, cuchichear.

/d/

En las terminaciones -ado de los participios, en España, a veces se suprime el fonema /d/, en el lenguaje coloquial: */termináo/ por terminado, y, en el vulgar, en las de los participios en -ido: */partío/ por partido. Estos usos son incorrectos: en un lenguaje cuidado, la d debe pronunciarse siempre.

Tampoco es admisible el cambio del fonema /d/ por /z/ o /t/ que hacen algunos al decir, por ejemplo, */virtúz/ o */virtút/ por virtud; ni por el fonema /r/ cuando debemos utilizar la forma imperativa y no la del infinitivo: */bailár/ por bailad o */komér/ por comed.

/g/

Es el que escribimos con las letras g (ante a, o, u): gato, goma, gusano; gu (+ e, i): albergue, guinda, guitarra; g (+ consonante): gladiolo, esgrima; o como final de sílaba: diagnóstico, ignorante.

Cuando el fonema /g/ va seguido de u + e, i y la u ha de tener sonido, es obligatorio el uso de la diéresis (¨): cigüeña, vergüenza, pingüino.

/j/

Es el fonema que gráficamente escribimos como g (+ e, i) o j: agenda, colegio, espejo, granjero, juguete.

/k/

Representamos este fonema como c (+ a, o, u), c (+ consonante), k y qu (+ e, i). Cuando la letra c va delante de una consonante, es incorrecto pronunciarla como /z/, hemos de hacerlo como /k/: inspector (/inspektór/), acné, inyección.

/ll/

Es un único sonido representado con dos letras: caballo, lluvia, muelle. En muchas zonas de España e Hispanoamérica se pronuncia como /y/; es lo que se llama yeísmo: /muráya/ (muralla); /obíyo/ (ovillo).

/p/

Las palabras que empiezan por ps-, en la lengua hablada, suelen perder el fonema /p/, aunque se mantiene en la escrita: psicólogo, psiquiatra, psicópata.

Igualmente tiende a debilitarse en la lengua oral el fonema /p/ en el grupo -pt- de palabras como septiembre, séptimo, etc.

Algunos convierten /p/ final de sílaba en /z/, en palabras como reptil (*/reztíl/), adopción, egipcio; es incorrecto.

/rr/

Es el sonido vibrante múltiple que aparece a principio de palabra: racimo (/rrazímo/), reja; entre vocales: parra, torre; y tras las consonantes l, n, s: alrededor, enredar, desratizar.

/s/

En algunas partes de Andalucía el fonema /s/ se pronuncia como /z/: /azezíno/ (asesino); es lo que se llama ceceo.

/t/

La t al final de sílaba a veces se pronuncia incorrectamente como /z/: */fúzbol/ por fútbol; */ézniko/ por étnico.

LA SÍLABA

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LA SÍLABA

Los fonemas (ya sean sonidos o grafías) no suelen presentarse aislados, sino que aparecen agrupados formando unidades superiores. Una de estas unidades es la sílaba.

Una sílaba es el fonema o grupo de fonemas que se pronuncia en un solo golpe de voz.

Puede ser una vocal sola o la combinación de una vocal con una o varias consonantes: a-ma-ne-cer, al-ba-ñil, a-le-gre, bi-ci-cle-ta, ins-crip-ción.

Las sílabas por sí solas carecen de significado: ra, mi, trans, dio, sor; pero con ellas bien unidas y ordenadas, los hablantes podemos formar palabras: ra-dio-trans-mi-sor.

TIPOS DE SÍLABAS

Según su composición, las sílabas pueden ser:

Abiertas o libres (terminan en vocal): ma-ña-na.
Cerradas o trabadas (terminan en consonante): cor-tés.

Por el número de vocales que aparecen en ellas, las sílabas se dividen en:

Simples (tienen una sola vocal): ga-mo.
Compuestas (tienen dos o tres vocales): cien, miau.

Según las sílabas estén o no acentudas, se distingue entre:

Tónicas (con acento, pudiendo llevar tilde o no llevarla, según las reglas de acentuación): cis-ne, ár-bol.
Átonas (sin acento): as-no.

Además, las sílabas pueden tener distinto número de letras, desde solo una: a-tar-de-cer, ¡hasta seis!: a-griéis.

DIPTONGOS, TRIPTONGOS E HIATOS

Se forma un diptongo cuando dos vocales se unen en una sola sílaba. El diptongo puede estar formado por una vocal abierta (a, e, o) y otra cerrada (i, u), o viceversa: cai-mán, de-li-cia, boi-na, jau-la, o bien, por dos vocales cerradas: Luis, ruido. La h intercalada entre dos vocales no significa que no pueda haber diptongo. Unas veces lo habrá: ahi-ja-do, ahu-ma-do, prohi-bir, y otras no: bú-ho, tru-hán.

Si el diptongo está en una sílaba acentuada, el acento recaerá siempre en la vocal abierta: es-táis, pei-ne. En los diptongos formados por vocales cerradas, el acento se sitúa en la segunda: cuí-da-te, je-sui-ta.

La unión de tres vocales en una sola sílaba forma un triptongo. La vocal que ocupa el lugar central y que se pronuncia con mayor intensidad siempre es abierta, las laterales son cerradas: viei-ra, lim-piáis.

Cuando la vocal i de un diptongo o un triptongo aparece al final de palabra se convierte en una y: Rey, buey, con-voy, Pa-ra-guay.

Dos vocales en contacto que pertenecen a sílabas diferentes reciben el nombre de hiato; es decir, hiato es lo contrario de diptongo: hoy es un ejemplo de diptongo; oí es un ejemplo de hiato.

El hiato puede estar formado por una vocal abierta (a, e, o) y otra cerrada (i, u), o viceversa: Ma-rí-a, pi-a-no, Ra-úl; por dos vocales abiertas: pa-se-o, Ja-én; o por dos cerradas: cons-tru-ir.

DIVISIÓN DE PALABRAS

¿Qué normas hemos de seguir cuando hayamos de dividir una palabra al final de un renglón?:

No podemos separar las letras que forman una sílaba: pie-dad.

Las letras dobles (ch, ll, rr) deben mantenerse juntas: chi-cha-rra, ga-lle-ta, te-rre-mo-to.

Dos consonantes iguales juntas (cc, nn) pertenecen a sílabas distintas: re-dac-ción, in-ne-ga-ble.

Los grupos formados por consonante + l o r forman siempre sílaba: cla-ri-ne-te, excepto que esta unión sea producto de la suma de un prefijo + una palabra: sub-ra-yar.

Los diptongos y triptongos no pueden fragmentarse: puer-ta, re-me-diéis; ni los hiatos pueden separarse al final de un renglón, excepto en palabras compuestas: en-tre-ac-to, con-tra-es-pio-na-je.

Las palabras compuestas cuyos componentes tienen existencia independiente, como nosotros, desentonar, pueden separarse como nos-otros o no-so-tros, des-en-to-nar o de-sen-to-nar.

Al final del renglón no puede haber una vocal sola: Ana, ha-da.

Si una palabra tiene una h intercalada, no se pone el guión de separación delante de esta letra, excepto si la h precede a los diptongos ie, ue: inhu-mano o inhuma-no, y no *in- humano; des-hielo.

Las abreviaturas (etc.), las siglas y los acrónimos (ESO) no se dividen nunca.

EL LENGUAJE

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EL LENGUAJE

El lenguaje es una capacidad humana con la que todos nacemos y que nos permite aprender y utilizar al menos un sistema de comunicación —oral, gestual, visual, etc.— con los demás.

El código o sistema más común adoptado por todas las comunidades es el lingüístico, que generalmente presenta una forma oral y otra escrita. El código lingüístico recibe también el nombre de lengua o idioma.

LA LENGUA

La lengua es un sistema de comunicación formado por un conjunto de elementos (fonemas, morfemas, palabras, oraciones y textos) que se oponen y relacionan entre sí, siguiendo unas reglas. Con estos elementos se crean mensajes que transmiten un contenido. Como decíamos, la lengua se manifiesta de forma oral y escrita.

Lo ideal sería que todos hablásemos una misma lengua para podernos entender, pero no ocurre así porque cada comunidad ha adoptado la suya propia. Según dónde hayamos nacido hablaremos español, inglés, chino, ruso, árabe, etc. Y los sonidos, las palabras y las reglas de nuestra lengua serán diferentes de las de los demás idiomas.

¿Por qué no hablamos todos una misma lengua? Hay muchos motivos: las lenguas, igual que la gente, van cambiando con el tiempo; pero generalmente son causas históricas, políticas y culturales las que han hecho que las lenguas primitivas fueran evolucionando hasta diferenciarse totalmente unas de otras, dificultando la comprensión entre las personas.

EL HABLA

El habla es la utilización concreta de una lengua. Hablamos una lengua (o idioma) cuando la empleamos para comunicarnos con los demás, ya sea construyendo mensajes o interpretándolos.

El conocimiento de una lengua es abstracto, pero su uso es concreto: podemos conocer los signos y las reglas de varias lenguas —por ejemplo, del español, el francés y el árabe—, pero no nos podemos expresar en los tres idiomas cuando nos queramos comunicar con alguien, sino que hemos de optar por uno de ellos cada vez. Que elijamos un idioma en un momento determinado para hablarlo no implica el olvido de los otros que dominemos.

La lengua pertenece a la sociedad, por lo que ninguna persona puede cambiarla a su antojo; pero el habla es mucho más dinámica y hace que, con el tiempo, puedan variar determinados usos de la lengua. Sin embargo, al hablar, todos debemos seguir unas normas marcadas por la costumbre, el buen uso o los dictámenes de instituciones como la Real Academia Española.

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Fíjate para cuántas cosas nos sirve el lenguaje: para comunicar unos contenidos (Hace frío), expresar nuestros propios sentimientos (¡Qué contenta estoy!), influir en otras personas (Échame colonia), comprobar que nos escuchan o entienden correctamente (¿Me comprendes?), hablar del lenguaje mismo (Alto es un adjetivo) o hacer atractivo y armonioso el mensaje haciendo que el receptor se complazca con él (Tu risa me hace libre, me pone alas).

VARIEDADES DE USO O DEL HABLA

La forma de hablar de cada uno de nosotros, en función de dónde hayamos nacido, la cultura que tengamos o a quién nos dirijamos, puede presentar diversas variedades:

Geográficas: no habla igual el español una persona que haya nacido en Galicia (España) o en México; el vocabulario y la entonación de las frases serán diferentes.
Sociales: dependiendo de la cultura y del dominio linguístico que tengamos, podemos utilizar la lengua de forma culta, coloquial o vulgar.
De estilo: no hablamos igual cuando conversamos con un profesor, con nuestros padres o con nuestros amigos.

LA COMUNICACIÓN

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LA COMUNICACIÓN

La comunicación es el acto de transmitir información a través de signos interpretados por otro u otros.

Al nacer, realizamos nuestro primer acto de comunicación: lloramos para reclamar la atención de nuestros padres. Después, aprendemos signos, como los gestos y las palabras, que nos permiten relacionarnos con nuestros familiares o amigos. Así, poco a poco, nos vamos integrando en la sociedad.

Los animales también se comunican entre sí o con otros a través de sonidos (ladridos, rebuznos, maullidos, etc.) u otros medios, pero de forma más elemental y menos variada que en la comunicación humana.

La comunicación es primordial en cualquier comunidad porque todos tenemos necesidad de compartir lo que sabemos, pensamos y sentimos.

Algunos elementos naturales, acciones o hechos transmiten también un mensaje: el humo indica que hay fuego; si vemos llorar a un amigo, sabemos que está triste; un coche volcado en una carretera nos revela que ha habido un accidente. Pero en estos casos no existe ninguna intención comunicativa; nadie quiere transmitir nada, somos nosotros quienes establecemos la relación entre lo que vemos y lo que interpretamos.

¿QUÉ ES EL SIGNO?

Signo es todo aquello que sirve para transmitir una información.

El hombre ha creado sistemas de comunicación muy variados. A ciertos elementos que podemos percibir a través de alguno de nuestros sentidos, les ha asignado unos significados, estableciendo entre ellos una asociación que todos los integrantes de la sociedad aprenden. A estos elementos, que tienen una clara intención comunicativa, los ha llamado ‘signos’.

Los signos se relacionan entre sí creando lo que se llama un código o sistema.

Existen varios tipos de signos:

1. No lingüísticos:

Iconos: imágenes que guardan una relación natural con lo que representan, como fotografías, dibujos, mapas, etc.
Señales: elementos a los que se ha asignado un significado arbitrario, es decir, significan lo que hemos decidido que significan, pero igualmente podrían significar otra cosa. Las hay visuales (la luz roja de un semáforo), acústicas (las campanas de una iglesia), táctiles (dar la mano), olfativas (los olores de los perfumes) y gustativas (los sabores de las comidas).
Símbolos: representaciones convencionales para referirse a algo abstracto; por ejemplo, una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza personifica el concepto de Justicia; una paloma con una rama de olivo en el pico simboliza la paz.

2. Lingüísticos:

El más importante es el signo lingüístico, formado por un significante (sonidos, escrituras, etc.) y un significado (concepto asociado, sentido), unidos entre sí de forma convencional como la cara y la cruz de una moneda. Se utiliza en los diferentes tipos de lenguajes inventados por el hombre, como el lenguaje oral, que combina los sonidos para formar palabras y combina las palabras para crear oraciones. Tiene su correspondencia en el lenguaje escrito, donde los sonidos son sustituidos por letras.

Otros lenguajes son: el empleado por los sordomudos valiéndose de las manos; el código Morse, a partir de puntos y rayas, utilizado en la comunicación telegráfica; y el sistema Braille, manejado por los ciegos, cuyos signos se dibujan en relieve para que puedan percibirse a través del tacto.

LOS ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

En todo acto de comunicación existen los siguientes elementos:

Emisor: el que comunica un mensaje.

Receptor: el que recibe e interpreta el mensaje del emisor.

Mensaje: la comunicación transmitida del emisor al receptor.

Código: sistema utilizado por el emisor para construir el mensaje y por el receptor para entenderlo (la lengua española, el código de circulación, etc.).

Canal: medio por el que se transmite el mensaje (aire, teléfono, televisión, etc.).

EL ESTILO BARROCO

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EL BARROCO

El barroco es el estilo artístico que se desarrolló en Europa y en las colonias españolas y portuguesas de Sudamérica entre los años 1600 y 1750. Abarcaba no solo pintura, escultura y arquitectura, sino también música, literatura y todas las artes de la época.

El nombre de barroco parece derivar de la palabra española barrueco y de la portuguesa barocco, que definen un tipo de perla irregular. Sin embargo, durante los siglos siguientes, este término se usó con un tono despectivo y negativo cuando a los artistas ya no les gustaba este tipo de arte.

¿CÓMO DISTINGUIMOS UNA OBRA BARROCA?

El barroco tenía unas características que lo definían como arte. Por un lado, destacaba su sentido del movimiento, la energía y la tensión. En arquitectura, pintura y escultura, los artistas empleaban en sus obras fuertes contrastes de luces y sombras.

También les gustaba incluir efectos escenográficos, como si fueran decorados para representaciones teatrales. Además, en pintura, las figuras tenían un fuerte sentido naturalista; esto quiere decir que los artistas se esforzaban por hacerlas reales y no ideales, como preferían en el renacimiento. Otra característica era el horror vacui, el miedo al vacío: todo se decoraba, nada quedaba en blanco.

Por último, referirse al arte barroco es hablar de espiritualidad, del fuerte sentimiento religioso que los artistas daban a sus obras. Para entenderlo, debemos situarnos en la Europa de los siglos XVI y XVII, después de la reforma de Lutero, que había provocado el nacimiento de una nueva rama de la Iglesia cristiana, el protestantismo. A esta nueva situación se enfrentó la Iglesia católica de Roma con su Contrarreforma, cuyo hecho más destacado fue el Concilio de Trento (1545-1563), donde, entre otras cosas, se establecieron normas para que los artistas hicieran sus obras según el criterio de la Iglesia.

LA PINTURA BARROCA

De entre todas las artes barrocas, la que tuvo mayor importancia fue la pintura. Había muchísimos pintores que estaban al servicio de la Iglesia y de las grandes monarquías europeas. Normalmente, se trabajaba al óleo, sobre lienzo; pero también estaba muy extendida la pintura mural, que decoraba iglesias y palacios, sobre todo en sus bóvedas y techos.

En Italia existieron dos corrientes pictóricas, dos maneras de pintar, aunque ambas se consideraban barrocas. Por un lado, se desarrolló el clasicismo, que se mantuvo muy cercano al arte del renacimiento, con figuras bellas, proporcionadas, sin grandes contrastes. Sus representantes más importantes fueron los hermanos Carracci y Guido Reni, además de Nicolas Poussin y Claudio de Lorena, que, aunque eran franceses, trabajaron sobre todo en Italia.

La otra corriente fue el naturalismo, que se esforzaba por conseguir figuras reales, naturales, menos elegantes. Entre los más famosos pintores naturalistas están Orazio y Artemisia Gentileschi (padre e hija); José de Ribera, al que llamaban ‘el Españoleto’, por su origen español, y, sobre todo, Caravaggio. Este último fue el que más discípulos tuvo, por ser el creador de la técnica conocida como tenebrismo, que consistía en pintar un foco de luz muy potente (una lámpara, una vela, la luz que entra por la ventana…) que ilumina parte del cuadro, mientras el resto permanece en penumbra.

En España, el pintor más importante fue Diego de Silva Velázquez, que trabajó para la corte. Sus pinturas expresaban su preocupación por la representación naturalista del espacio. Otros grandes pintores fueron Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo, famosos por sus cuadros religiosos.

En el norte de Europa, destacan los pintores holandeses Jan Vermeer y Rembrandt, conocidos por sus obras costumbristas, que narran escenas cotidianas. También hay que nombrar a Petrus Paulus Rubens, pintor flamenco famoso por sus figuras enormes y dinámicas.

LA ESCULTURA Y LA ARQUITECTURA BARROCAS

El escultor italiano más importante fue Gian Lorenzo Bernini, que trabajaba sobre todo el mármol. Sus figuras, muy reales, expresaban ese sentimiento espiritual del que hablábamos antes. En España, se esculpía principalmente en madera. El escultor más destacado fue Martínez Montañés, quien realizó gran cantidad de figuras religiosas, mucho más dramáticas y patéticas que las italianas.

Entre los arquitectos barrocos, los más importantes fueron también los italianos: Carlo Maderno, Donato Bramante y Francesco Borromini. Sus obras estaban llenas de contrastes entre luces y sombras, efectos escenográficos y mucha decoración escultórica. Se construyeron iglesias y palacios para las grandes monarquías europeas, como el de Versalles (Francia) o La Granja de Segovia (España). En Latinoamérica, los arquitectos siguieron los modelos españoles y portugueses. Sus obras, iglesias y catedrales sobre todo, estaban mucho más decoradas.

EL RENACIMIENTO

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EL RENACIMIENTO

Utilizamos la palabra ‘renacimiento’ para referirnos a un periodo histórico, y sobre todo artístico, caracterizado por el intento de recuperar la esencia de las civilizaciones clásicas griega y romana. Comenzó en Italia en el siglo XIV, y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. Aunque el renacimiento es un periodo básicamente europeo, la presencia española en América hizo posible que también se extendiera a este continente.

El renacimiento fue sobre todo un fenómeno urbano. Nació en algunas ciudades del centro y del norte de Italia, como Florencia, Ferrara, Milán y Venecia, cuya riqueza permitió financiar la actividad de los artistas renacentistas.

Recuerda un concepto fundamental del renacimiento: el humanismo. Durante el anterior periodo de la historia de Europa, la edad media, la vida había girado en torno a Dios y la Iglesia. El renacimiento, al centrar todo su interés en el hombre, supuso la gran ruptura cultural con la tradición medieval. El hombre del renacimiento quería estudiar la literatura, la historia y la filosofía de las antiguas Grecia y Roma. ¿Para qué? Para intentar ser más culto, más juicioso y, en consecuencia, más libre.

Los estudios humanísticos y las obras artísticas del renacimiento fueron posibles gracias a que determinadas personas con riqueza, que compartían el gusto de intelectuales y artistas, promovieron su actividad y les apoyaron económicamente; fueron los llamados mecenas. Entre los principales mecenas habría que señalar a los Medici en Florencia, a los Este en Ferrara, a los Sforza en Milán, a los Gonzaga en Mantua, y a los duques de Urbino y al propio Papado en Roma.

LA CIENCIA RENACENTISTA

Aunque a veces nos solemos referir solo a la vertiente artística del renacimiento, también se vivieron notables progresos en los campos de la medicina, las matemáticas, la física y la astronomía.

En este sentido, no debemos olvidar a los astrónomos Nicolás Copérnico, Tycho Brahe y Johannes Kepler, o al físico y matemático Galileo Galilei.

Otro dato fundamental: la invención de la imprenta en el siglo XV revolucionó la difusión de los conocimientos.

EL ARTE RENACENTISTA

El arte renacentista tiene dos características esenciales. Son las comunes al propio concepto ‘renacimiento’. Recuérdalas:

Imitación de las formas clásicas, griegas y romanas.
Humanismo: afirmación de los valores del individuo.

EL ARTE RENACENTISTA EN ITALIA

La ruptura decisiva del arte renacentista con la tradición medieval se produjo en Florencia, en torno a 1420. Fue entonces cuando se alcanzó un concepto técnico revolucionario: la perspectiva lineal, que permitía representar las tres dimensiones del espacio y de las cosas en una superficie plana. Dos de los pioneros de esta técnica fueron el arquitecto Filippo Brunelleschi y el pintor Masaccio. Otro nombre importante de esta primera etapa fue Lorenzo Ghiberti, prototipo del artista renacentista, ya que fue arquitecto, escultor y pintor.

Donatello está considerado el fundador de la escultura moderna. Desde mediados del siglo XV, Piero della Francesca, Andrea Mantegna y Sandro Botticelli pintaron retratos de personajes de la nobleza, en los que resaltaban sus rasgos individuales.

Durante el siglo XVI, los ideales renacentistas de armonía y proporción culminaron en las obras de Rafael, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

Otros destacados pintores renacentistas italianos fueron Paolo Uccello, Fra Angelico, Giorgione, Tiziano y Correggio.

Entre los arquitectos, podemos señalar a Leon Battista Alberti y Donato Bramante.

La fase final del arte renacentista italiano es la denominada manierista. Mientras Miguel Ángel, Tiziano y Rafael trabajaban en un estilo figurativo, otros pintores adoptaron un lenguaje más lírico y decorativo. Conviene aquí recordar a los arquitectos Andrea Palladio y Iacopo Sansovino; a los escultores Benvenuto Cellini y Juan de Bolonia; y a los pintores Pontormo, Rosso Florentino, Tintoretto, Il Bronzino y Giorgio Vasari.

EL ARTE RENACENTISTA EN EL RESTO DE EUROPA

Desde Italia, el renacimiento se extendió a Europa. Vamos a fijarnos en tres espacios concretos.

Países Bajos. En el siglo XV, el pintor flamenco Jan van Eyck se convirtió en el introductor de la pintura del renacimiento en Flandes y en Holanda. Otros importantes pintores renacentistas de los Países Bajos fueron Rogier van der Weyden, Dirk Bouts, Hugo van der Goes, Hans Memling, El Bosco y Pieter Brueghel el Viejo.

Alemania. Debemos destacar las figuras del pintor y grabador Alberto Durero, y del también pintor Matthias Grünewald.

España. Ahora vamos a ver los principales autores renacentistas españoles, divididos en sus distintas artes.

Arquitectura: Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera (que diseñaron el monasterio de San Lorenzo de El Escorial), Diego de Siloé, Rodrigo Gil de Hontañón y Pedro Machuca.
Escultura: Alonso Berruguete y Juan de Juni.
Pintura: Fernando Yánez de la Almedina, Pedro Berruguete, Juan de Juanes, Juan Correa de Vivar, Luis Morales, Alonso Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz y Bartolomé Ordóñez.

EL ARTE RENACENTISTA EN AMÉRICA

La llegada de los españoles a América, a finales del siglo XV, motivó que la influencia europea se dejara notar en algunas manifestaciones arquitectónicas, con rasgos típicos del renacimiento español. El primer monumento de este estilo que se conserva en América Latina es la catedral de Santo Domingo. Fundada en 1523, destaca su portada, obra del arquitecto Rodrigo Gil de Liendo.

El arquitecto Francisco Becerra trabajó tanto en el virreinato del Perú como en el de la Nueva España. En este último, hay que destacar también al arquitecto Claudio de Arciniega. En el terreno de la escultura, alcanzaron especial renombre Juan de Aguirre y Quirio Cataño.

ARTE GÓTICO

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EL GÓTICO

El gótico es un estilo artístico que se desarrolló en Europa entre los años 1140 y 1300, aproximadamente, entre el románico y el renacimiento. En el renacimiento se aplicó el término gótico a este arte con un sentido negativo, pues los renacentistas habían vuelto al arte clásico, ordenado, que era totalmente opuesto al que se desarrolló en la edad media. Para ellos, el gótico era el arte de los godos, los bárbaros.

EL ARCO Y LA BÓVEDA

Pero antes de seguir avanzando, conviene conocer el significado de dos términos muy importantes en arquitectura: arco y bóveda.

El arco es una estructura curva que cubre la distancia entre dos puntos, como los laterales de una puerta. Puede tener muchas formas: de media circunferencia (arco de medio punto), de lanza (arco apuntado), de herradura (muy típico de la arquitectura islámica)...

La bóveda es una estructura curva que sirve para cubrir espacios, como un techo arqueado. En construcción se dice que las bóvedas están formadas por muchos arcos puestos uno al lado de otro. También puede tener muchas formas: de medio cañón (como un cilindro partido por la mitad), de arista, de crucería...

LA ARQUITECTURA GÓTICA

En la arquitectura gótica fue donde más cambios se produjeron. La transformación más importante fue la sustitución de la bóveda de cañón típica del románico por la bóveda de crucería gótica. Gracias a una serie de avances constructivos, el arco de medio punto fue sustituido por el arco apuntado. Así se desarrolló este nuevo tipo de bóveda: en vez de usar una estructura maciza y pesada como la bóveda de cañón, se utilizó la bóveda de crucería, mucho más ligera.

El cuerpo de la bóveda de crucería descansaba sobre varios arcos apuntados que se cruzaban. Su peso se dirigía hacia el exterior: por un lado, a los contrafuertes (grandes pilares o columnas adosadas al muro por su cara externa), y por otro lado, a los arbotantes (arcos exteriores que comunicaban con los contrafuertes).

Al no tener que soportar tanto peso, las columnas y los pilares se hicieron mucho más ligeros.

Los muros también eran más finos y estrechos, pues sobre ellos apenas había peso. Por este motivo, se podían hacer huecos en ellos para abrir ventanas, que se cubrían con vidrieras: sobre una estructura de hierro, se colocaban trozos de vidrio coloreado, formando figuras que narraban historias, casi siempre religiosas.

Gracias a estos ventanales, la arquitectura gótica resultaba más alta y luminosa. Los edificios parecían más ligeros, menos pesados, con un sentido ascendente que guiaba a los fieles hasta el cielo.

LA CATEDRAL GÓTICA

A pesar de todos estos cambios constructivos, las catedrales seguían siendo los edificios más importantes, como en el románico. Las catedrales góticas tenían varias naves (espacios que quedan entre filas de columnas) y un crucero (una nave que atravesaba la principal de forma transversal), por lo que el edificio visto desde arriba tenía forma de cruz. Sobre la parte central del crucero se levantaba un cimborrio o torre.

En la cabecera o ábside, además del altar mayor, había varias capillas pequeñas. El deambulatorio era el pasillo que rodeaba la cabecera.

También en los muros de las catedrales se abrían ventanas que se cubrían con vidrieras. Además, en los pies de la nave, encima de la entrada, había un gran ventanal circular: el rosetón. Gracias a estas vidrieras, no solo había más luz en el interior de las catedrales, sino que también se producían bellos efectos lumínicos cuando los rayos de sol atravesaban el vidrio coloreado.

En la portada o fachada de las catedrales góticas se empezó a utilizar el arco apuntado, con forma de lanza.

Además de las catedrales, se construyeron otros tipos de edificios. Debido al nacimiento de una nueva clase social, la burguesía, se construyeron castillos, palacios dentro de las ciudades, mercados y ayuntamientos.

LA ESCULTURA Y LA PINTURA

La escultura gótica se desarrolló principalmente en las portadas de las catedrales y en los capiteles (parte superior de las columnas). Pero, a diferencia del románico, las figuras eran menos rígidas, simulaban movimiento, y sus rostros comenzaban a expresar sentimientos. Las esculturas de los capiteles solían imitar, además, formas vegetales.

En general, podemos decir que la escultura gótica inició el camino hacia el naturalismo, es decir, a la representación de las figuras (seres humanos, animales y vegetales) tal y como son al natural.

También la pintura gótica comenzó a aproximarse al naturalismo. Las figuras tenían mucho más movimiento y expresaban más sentimientos. Los fondos dorados del románico se sustituyeron poco a poco por paisajes y, al final del periodo gótico, por edificios.

Los pintores, además, comenzaron a interesarse por la perspectiva, aunque todavía no sabían utilizarla correctamente. Y es que hasta el renacimiento no se conocerían los métodos científicos para representar las tres dimensiones (alto, ancho y fondo), dentro de un espacio plano, como un cuadro.

EL ROMÁNICO

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EL ROMÁNICO

El románico es el estilo artístico que se desarrolló en Europa entre los años 1000 y 1150. Su nombre se debe a que los arquitectos de la época querían levantar sus edificios a la manera de los antiguos romanos, con sus mismos materiales y técnicas.

Para la evolución de este estilo artístico fue fundamental el papel de la Iglesia. Los monjes, que vivían en los monasterios, eran los encargados de guardar la cultura clásica, heredada de los antiguos griegos y romanos. Ellos eran casi los únicos que tenían acceso a la cultura, por lo que fueron los encargados de difundirla. Pero, como casi nadie sabía leer ni escribir, para hacerlo tenían que contar con la ayuda de los artistas. Por ello, las iglesias y las catedrales se decoraban con pinturas y esculturas que narraban las historias sagradas. De este modo, los fieles podían conocerlas.

Los edificios más importantes de la arquitectura románica son los monasterios, las catedrales y los castillos. Los monasterios eran grandes conjuntos residenciales donde vivían los monjes. Se componían de iglesia, capillas, claustro (patio situado al lado de la iglesia, donde los monjes paseaban), bibliotecas, comedores, cocinas, dormitorios...

LAS CATEDRALES ROMÁNICAS

Las catedrales eran grandes iglesias donde estaban las sedes de los obispos; aunque no había una en todas las ciudades. Una catedral tenía varias naves (espacio que queda entre filas de columnas), donde se situaban los fieles para escuchar las misas. Al fondo de la nave mayor, la central, estaba la cabecera, de forma semicircular, donde se colocaba el altar. Alrededor había un pasillo, también en semicírculo, que conectaba las naves, llamado deambulatorio.

Grandes columnas y pilares dividían las naves, y servían, además, como apoyo para las bóvedas. Una de las técnicas que los arquitectos románicos recuperaron de los romanos fue la construcción de estas bóvedas, que conseguían uniendo en fila varios arcos de medio punto (semicirculares). El resultado se conocía con el nombre de bóveda de cañón. Además, entre las naves y la cabecera se situaba otro elemento: el crucero, una nave colocada en sentido perpendicular, es decir, en forma de cruz.

Justo en el punto donde se unían las naves con el crucero se encontraba el cimborrio, que era una torre central con una bóveda más alta que las otras.

Como el material usado en la construcción, la piedra, era muy pesado, los soportes (columnas, pilares y muros) debían ser muy fuertes y gruesos. Los muros eran muy anchos y apenas tenían ventanas, por lo que estas iglesias eran muy oscuras. Para reforzar los muros se usaban contrafuertes, que eran pilares adosados (pegados) en el exterior de las paredes.

La entrada a la catedral estaba a los pies de las naves, en el lado opuesto a la cabecera. Allí se situaban las torres, una en cada extremo, y la portada. Dependiendo del número de naves, había tres o cinco puertas. Sobre cada una de ellas había un arco de medio punto decorado con esculturas en relieve, que recibía el nombre de tímpano.

Esta era la parte principal de la portada, donde se situaba la mayor parte de las esculturas, realizadas en piedra. Narraban historias religiosas, sobre la vida de Cristo, de la Virgen y de algunos santos. Alrededor del tímpano, en la parte inferior, estaba el parteluz, una columna que llegaba hasta el suelo; en él también había una escultura, casi siempre de la Virgen o del santo patrón de la iglesia. A los lados de la puerta estaban las jambas, que eran columnas con esculturas adosadas; normalmente representaban a los apóstoles y los santos.

Además, las columnas del interior estaban decoradas, sobre todo los capiteles. Estos eran unos elementos geométricos que conectaban las columnas con el inicio de los arcos de las bóvedas. En ellas se narraban historias bíblicas y, a veces, también escenas de la vida cotidiana.

Todas estas esculturas eran muy rígidas y casi no tenían movimiento. Los rostros eran muy parecidos y no expresaban sentimientos.

LA PINTURA ROMÁNICA

La pintura era casi siempre mural, sobre las paredes y las bóvedas. Los pintores narraban escenas religiosas y, a veces, cotidianas, con campesinos y otros personajes. Las figuras eran muy rígidas, sin movimiento. A veces llegaban a parecer deformes, pues los pintores no se preocupaban por la anatomía humana. Tampoco usaban la perspectiva, y los fondos eran blancos o dorados.

También se pintaba sobre madera para crear los retablos, que se colocaban en el altar mayor. Y por último, hay que destacar los manuscritos miniados, libros escritos por los monjes que contenían textos antiguos y estaban ilustrados con pequeñas pinturas.